cafe: Colombia.
Cuatro tipos de azúcares.
Pequeña selección de aceites.
Humidor de cigarros
Miguel y José Antonio son dos incansables trabajadores, con amplia experiencia, que un buen día deciden hacer realidad la aspiración de la mayor parte de las personas: tener su propio negocio.
Ellos se conocen bien, están acostumbrados a trabajar juntos, y entre los dos dominan los pilares del negocio: la sala y la cocina.
Así que abren en 1990 El Puerto, restaurante diseñado a su imagen y definido por personales conceptos de calidad y detalle en los que siempre habían creído. Sin duda fue un momento muy adecuado dentro de sus respectivas profesiones, pues en ambos la experiencia, los conocimientos y la madurez alcanzaban su momento más álgido. Confianza mutua, vocación, ganas de triunfar y una similar filosofía de trabajo son los cimientos que los unen con fuerza en un proyecto con vocación de futuro.
Ensalada de langosta. Exquisito sabor, luminoso brillo y firme textura en el crustáceo rey, perfectamente aderezado.
‘Carpaccio’ de solomillo y ‘foie’ con manzana caramelizada. Contraste y armonía a través de tres productos diferentes muy bien fusionados en un sugerente conjunto de matices.
Ensalada de queso de cabra. Trasgresor juego rico en sensaciones unidas por una salsa agridulce. Sabrosa combinación adornada por una quebradiza caramelización externa en contraste con un interior cremoso. Es novedad en la carta.
Chipirones ‘afogaos’. Plato de nítido sabor amariscado, tierno y jugoso. Una cebolla aromatiza con pulcritud y una salsa basada en los propios jugos del marisco, complementan sabiamente.
Mero del Cantábrico en salsa de pimientos verdes. Muy buen sabor, textura y punto de cocción. Una fina salsa de pimientos verdes aporta unas notas discordantes que, desde mi punto de vista, no creo que mejoren el excelente género.
Una gran teja con almendra fileteada y quebradiza textura anuncia la llegada del postre en cada mesa.
Y como digestivo final, un sorbete de limón con helado de hierbabuena y plátano de Canarias que cumplió su misión.
Alta cocina de claro fondo marinero con esencia cantábrica, elaborada al estilo clásico.
Presente entre otras formulaciones en la ensalada de bugre (bogavante), o en los lomos de lubina salvaje al hinojo verde.